"Querida, mi gata más joven podrÃa ganarte en una pelea con la forma en la que estás ahora y ella es una cobarde, huye de su propia sombra", le informó la Sra. Tully. Mientras hablaba, sacó una aguja de la extraña caja que traÃa consigo.
"No estoy tan seguro de necesitar más drogas", suspiró Micah. Ãl tenÃa mucho que ponerse al dÃa para hacer. El mero hecho de que no hubiera visto a Alicia aún lo hacÃa sentir peor que los huesos rotos.
"Y es por eso que no eres el médico." La señora Tully estaba contenta de que todavÃa tuviera ese extraño sentido del humor... una vez que comenzara a sanar lo iba a necesitar.
Micah gruñó suavemente cuando la aguja se hundió en su brazo y tuvo que mirar hacia otro lado. Odiaba recibir órdenes de alguien y lo que tenÃa que hacer era localizar a su hermana. Todos salieron de la habitación cuando ella sacó la jeringa vacÃa de su brazo.
La señora Tully los observó irse y luego se volvió hacia Micah, que ya estaba dormida. Su familia estaba feliz de que él estuviera en casa, pero la verdad era... que estaba preocupada por el puma. Sus heridas fueron tan severas que se sorprendió de que todavÃa estuviera vivo.
Sus dos rodillas habÃan sido destrozadas por las balas, sus costillas rotas al ser golpeadas continuamente durante un perÃodo de tiempo. También parecÃa que su lomo habÃa sido desollado por un látigo de algún tipo. Estaba deshidratado, desnutrido y tenÃa una infección que se extendÃa por su torrente sanguÃneo. Ella le habrÃa dado penicilina si hubiera sido humano, pero lamentablemente... los antibióticos humanos no tuvieron ningún efecto sobre lo paranormal.
Aunque los animales se curaron muy rápido... no significaba que no pudieran ser heridos permanentemente... o mortalmente heridos. Ella lo considerarÃa afortunado si sobrevivÃa a la infección.
Miró por el rabillo del ojo a Michael, que no se habÃa ido y estaba sentado muy quieto en su silla. La Sra. Tully decidió dejarlo solo. Pensó mucho en Michael y, si él querÃa quedarse, no lo harÃa irse. Era otro que solÃa recurrir a ella, pero era sobre todo para traerla herido, nunca por sus propios daños.
Con un suspiro, la Sra. Tully guardó su equipo y se puso de pie. Con un ligero movimiento de cabeza en dirección a Michael, ella silenciosamente salió de la habitación.
Michael sabÃa que era hora de irse... solo habÃa estado esperando que su enojo se desvaneciera. Alicia era un puñado, pero Damon nunca deberÃa haberla metido en medio de un tiroteo como ese. TodavÃa podÃa ver la expresión posesiva en el rostro de Damon cuando la envolvió con sus brazos y se preguntó si la historia se estaba preparando para repetirse.
Su mirada volvió a lo que quedaba de Micah y la imagen de Alicia llorando mientras sostenÃa la mano de su hermano regresó para perseguirlo. Otra imagen pasó por su mente... la imagen de Dean agarrando su mano y poniéndola sobre Kane para evitar que muriera. Entre él y Dean... La herida de Kane se habÃa curado justo en frente de ellos.
Michael nunca lo habÃa pensado, pero habÃa visto a Syn hacer cosas asà en el pasado. Hubo un momento en particular que se destacó en la mente de Michael... hace tanto tiempo que casi lo habÃa olvidado.
Fue durante una de sus muchas excursiones itinerantes y se encontraron con un niño herido. Sonrió suavemente en recuerdo de las reacciones de Damon y Kane hacia la niña. Una de sus piernas se habÃa roto y tenÃa varios hematomas que se encontraban en diversas etapas de curación.
La niña habÃa insistido en que solo se habÃa caÃdo, pero los muchachos sabÃan que no habÃa nada en el claro que pudiera haber causado esas heridas. Cuando Damon se arrodilló frente a la niña y comenzó a obligarla a decirles la verdad, Syn lo rechazó diciendo: "No le hagas eso a un niño inocente."
Se ofrecieron para ayudarla a volver a su casa, pero al instante olieron el miedo que se levantó en el niño. Pero, no era miedo de ellos, era el miedo a ir a casa lo que hacÃa latir el corazón de la niña. Aunque la niña no habÃa dicho nada, Michael sabÃa que sus padres habÃan sido los responsables de todas sus heridas... no solo la pierna rota.
Syn no le habÃa dicho nada al niño y le habÃa secado las lágrimas. En cambio, él preguntó por sus hermanos y ella respondió que no tenÃa ninguno. Ella comenzó a hablar sobre su abuela que vivÃa en las montañas y sus ojos brillaban con el amor de un nieto.
Mientras ella hablaba, Syn habÃa colocado su mano directamente sobre la pierna lastimada de la niña. Cuando terminó su historia, no solo se curó la pierna, sino que todos sus moretones también desaparecieron. Fue entonces cuando Syn realmente sorprendió a Michael. Mientras Kane levantaba a la niña en sus brazos y comenzaba a jugar con ella, Syn se acercó a él y a Damon.
Al mirar a Damon, dijo: "Nunca debes alterar la mente de un niño... excepto por esta vez. No necesita recordar las palizas, pero recuerda sus muertes." Sus ojos se habÃan vuelto tan frÃos cuando añadió, "Fue por fuego." Con eso, Syn se giró y caminó por el camino que obviamente conducÃa a la casa de la niña.
Kane no ocultaba que querÃa mantener a la niña y criarla... siempre habÃa tenido una debilidad por los niños. Todos tenÃan puntos blandos, pero el de Kane era realmente malo. ComprarÃa una jugueterÃa entera para ellos si el capricho lo golpeaba... y lo habÃa... algunas veces. Sin embargo, Syn habÃa insistido en hacer lo correcto y llevó al niño a su querida abuela.
Cuando salió el sol a la mañana siguiente, la noticia se habÃa extendido rápidamente por el pueblo de una casa que ardÃa en el suelo. Los restos de un hombre y una mujer habÃan sido encontrados, pero su hija, una niña pequeña, habÃa desaparecido.
Los cuatro hombres habÃan salido rápidamente del pueblo a caballo, dirigiéndose a lo que ahora se conoce como los Alpes suizos. Después de entregar a la niña a su familia extendida, Syn le habÃa dado a la abuela una carta y un saco de monedas de oro mientras intercambiaba unas palabras con ella. La mujer mayor sonrió y abrazó a Syn con fuerza antes de tomar a su nieta en sus brazos.
Aunque Syn nunca dijo nada, sabÃan que él era el responsable de la muerte de los padres de la niña. A dÃa de hoy, Michael se estremeció cuando pensó demasiado en ello. El código moral de Syn se negó a permitir que un niño sufriera tanta miseria y, si podÃa hacer algo al respecto... lo harÃa. A Syn le importaba un comino quién era el padre o qué representaban. Ãl creÃa que los padres abusivos no merecÃan nada menos que lo que eventualmente les harÃan a sus hijos.
Cuando Michael le preguntó acerca de la capacidad de curación de Syn en el niño, Syn le dirigió una sonrisa paciente.
"El poder reside en tu alma inmortal. En comparación con la inmortalidad... todavÃa eres un niño, por lo que la mayor parte de tu poder está latente. A medida que pase el tiempo, ese poder crecerá. En cuanto al poder que tienes... solo tu alma puede elegir. Si la curación es el poder que tu alma necesita, entonces todo lo que tienes que hacer es querer lo suficientemente malo."
Mirando hacia el puma herido, lo entendió. Ver a Alicia llorar asà fue motivación más que suficiente para hacerle desear lo suficiente. Michael se levantó lentamente y se acercó a Micah. Cuando se acercó, pudo oler el rastro de infección que comenzaba a apoderarse del cuerpo del puma. Si algo le sucedÃa al puma, sabÃa que Alicia llorarÃa y no querÃa que Alicia llorara.