Al quemar esa imagen en la memoria, algo llamó su atención. PodÃa oler el perfume de Kyoko con fuerza, pero habÃa otro olor aferrado a él. Manchas de plata aparecieron en los ojos dorados de Toya mientras se volvÃa lentamente, asegurándose de que estuviera vestida para que tuviera libertad de movimiento. Caminó hacia ella esperando que se equivocara. Cuanto más se acercaba a Kyoko, más fuerte era el olor.
Kyoko se quedó muy quieta, esperando que terminara. SabÃa que olÃa a su hermano. Todos los guardianes habÃan mejorado los sentidos y después de todo este tiempo ella todavÃa estaba tratando de acostumbrarse a ese pequeño hecho espeluznante. Ella se tensó cuando Toya se acercó, sintiendo un ligero pánico mientras colocaba su mejilla casi contra la suya e inhalaba. Ãl entonces agarró su barbilla y volvió su cara a la suya, mirando su boca.
Toya la vio estremecerse y pudo oler su persistente temor. "Kyoko, ¿Kyou estaba aquà contigo?" Cuando asintió, volvió a mirar su boca, con los ojos entrecerrados en sus labios: -¿Lo has mordido?
Kyoko estaba tan sorprendido cuando dijo que... sus rodillas casi se doblan. Entonces, pensando en la pregunta y mentalmente viéndose morder al más temido guardián de la tierra, se echó a reÃr.
"No, Toya, no lo mordÃ, estaba tomando un baño y flotando en el agua con los ojos cerrados, cuando los abrÃ, allà estaba, prácticamente tendido sobre mà y..." su voz bajó a casi un susurro mientras se encogÃa de hombros -me besó-. Kyoko dejó de reÃr cuando vio que la plata anulaba el oro dentro del iris de Toya.
Toya la agarró por los hombros y la sacudió, necesitando saber exactamente lo que pasó. "Kyoko, ¿hizo algo más? ¡DÃmelo ahora!" PodÃa sentir el pánico en su interior al pensar en Kyou besando a Kyoko... qué diablos estaba pensando.
Ella estaba sorprendida por lo loco que Toya se puso de repente. Kyoko se encogió de hombros y con una mirada confundida en su rostro, asintió. "SÃ, me sacó del agua y me llevó al banco, me detuvo aquÃ, y luego... desapareció." Ella nerviosamente levantó una mano y se la pasó por su pelo mojado mientras ella miraba lejos. Kyou aún estaba y si todavÃa estaba observándolos, normalmente la presencia de Kyou no se veÃa. "Ni siquiera dijo ni una palabra", agregó.
-Kyoko, ¿te ha marcado en alguna parte? -preguntó Toya en voz baja mientras ocultó el hecho de que sus entrañas gritaban negando. Ãl tiró de su cabello hacia atrás para mirar su cuello antes de que ella pudiera incluso responder. PodÃa sentir el latido de su corazón fuerte y pulsando bajo su piel mientras buscaba las marcas ocultas que Kyou pudiera haber dejado atrás.
Kyoko trató de darle un puñetazo a su mano, pero no harÃa nada de eso, asà que gritó: "¡No, no lo hizo! ¿Por qué?" Esto estaba empezando a asustarla un poco. ¿Qué significaba Toya, "marcarla" de todos modos? Sintió que su piel comenzaba a arrastrarse mientras imaginaba una escena de vampiros de alguna vieja pelÃcula en blanco y negro en su mente. Entonces la escena se retorció en una de las pelÃculas más nuevas donde el vampiro era sexy y... y rápidamente borró la idea.
Toya soltó su pelo después de no encontrar ninguna marca, pero la miró muy intensamente, su corazón todavÃa martilleando duro en su pecho. No me gusta esto. Ãl la observó mientras ella se abrazaba como si estuviera frÃa. Toya gruñó suavemente, profundamente en la parte posterior de su garganta cuando él se paró delante de ella, mirando hacia abajo en sus ojos de esmeralda.
A partir de ahora, quédate cerca de mÃ. Ãl observó sus labios por un minuto, no le gustaba el hecho de que Kyou los habÃa besado cuando no lo habÃa hecho. Lo estaba volviendo loco y el hecho de que lo estaba volviendo loco, lo estaba poniendo más loco. Ãl inhaló su olor otra vez; Oler la inquietante presencia de su hermano y eso tampoco lo hacÃa feliz.
"Kyoko, ve a tomar otro baño," Toya dijo un poco ásperamente, atontando a Kyoko y pinchando su carácter.
"¡Sólo tomé una!" Sus ojos esmeraldas le lanzaron chispas.
Toya sonrió por dentro. No querÃa nada mejor que enfadarla porque se veÃa tan linda cuando era asÃ. Pero volviendo a olfatear, le informó: -¡Estás apestando!
"¡Toya!" -gritó Kyoko mientras sus manos se cerraban a los costados-.
Toya sintió que su cuerpo se ponÃa pesado y se fue. Dios, lo odiaba cuando usaba ese hechizo de domesticación contra él. "Kyoko, ¡para eso!" Ãl la miró fijamente. "¡Maldición!"
"¡Bueno... eres grosero! ¡No apesta! "Kyoko lo fulminó con la mirada, deseando que todavÃa estuviera de pie para poder hacerlo de nuevo.
Sintiendo que los efectos del hechizo se desgastaban, Toya lentamente se levantó, esperando que ella no usara el hechizo de domesticación otra vez. "Kyoko, escucha, por favor, toma otro baño, no lo hueles, pero yo puedo", trató de explicar, pero ella lo cortó.
"¡Toya!" Kyoko siseó mientras volvÃa a caer al suelo. Tuvo la suerte de que no le diera patadas.
Se quedó allà un momento mientras Kyoko lo miraba con furia. Lentamente, él la miró y susurró: -Hueles como él. Luego se puso de pie, sus ojos de plata fundido ocultos bajo su flequillo oscuro, haciendo que los reflejos plateados brillaran a la luz del sol. ¿No entendÃa que no podÃa soportar el hecho de que llevaba el perfume de Kyou y no el suyo?
Toya se volvió y regresó al bosque, lejos de ella... dejándola allà confundida. HabÃa parecido tan triste cuando lo habÃa dicho. Kyoko bajó la cabeza, sintiéndose como el idiota más grande del mundo, ambos mundos. Ella sabÃa de todos sus hermanos, el que no podÃa llevarse bien era Kyou... incluso si ambos estuvieran del mismo lado. Siempre luchaban cuando se veÃan uno al otro.
"Oh Toya, lo siento." Susurró en el aire vacÃo que habÃa dejado atrás. Volviendo al agua, se desnudó y volvió a lavar el aroma de Kyou.
Ella sonrió pensando... No le gusta el perfume de Kyou. ¿Será que está celoso? Ella suspiró repensando... ¿O es sólo porque no le gusta Kyou? Recordando lo que habÃa ocurrido antes mientras ella estaba sola, Kyoko se apresuró y se lavó, no queriendo arriesgar a más visitantes no deseados durante su baño. Volviendo rápidamente, se vistió y volvió al campamento.
Kyoko entró en el claro donde sabÃa que Toya la estarÃa esperando, y lo estaba.
Ella realmente no querÃa estar a solas con él ahora después de la manera en que las cosas se dieron en las aguas termales. Rápidamente exploró el área para Kamui pero no lo vio.
"Toya, ¿dónde está Kamui?" Preguntó Kyoko nerviosamente.
Toya la habÃa estado esperando para volver, aunque sólo hubiera vuelto un par de minutos antes que ella porque habÃa estado vigilándola⦠asegurándose de Kyou no se mostrara de nuevo hasta terminar lo que habÃa empezado.
Se encogió de hombros como si no importara cuando contestó a su pregunta: "Fue a visitar a Sennin y regresará por la mañana para que podamos salir."
Realmente habÃa enviado a Kamui con el anciano para preguntarle si habÃa obtenido más información sobre dónde encontrar los talismanes. En algún lugar en el fondo de su mente, Toya sabÃa que era sólo una excusa para estar a solas con Kyoko por un tiempo... pero él no le dirÃa eso.