– Luego nos dirigimos al océano. Los gatitos nos instalamos bajo la gran sombrilla de playa.
– Terrance se volvió loco de alegría cuando vio las olas espumosas. Se lanzó al agua después de mamá y Solo.
– Nunca había visto a Terrance tan feliz. Corrió de un lado a otro de la playa y se metió en el agua espumosa, salpicando dentro y fuera de las olas.
– Finalmente se dejó caer a nuestro lado y sonrió, empapado.
– “Eso fue maravilloso”, dijo. “¿No queréis entrar en el agua, gatitos?
– “De ninguna manera”, dijimos todos al unísono.
– “El agua está estupenda”, dijo Terrance. “Mientras estaba en el autobús, deseaba poder quitarme el abrigo de piel. Hacía tanto calor. Me siento bien y fresco ahora.”
Martes por la tarde
– Terrance había conocido a Rani, nuestra amiga tortuga, por la mañana, y notamos su interés en entrar en relación con él.
– Rani lo sabía todo sobre Terrance, ya que le había hablado de mi agencia de detectives y de las aventuras y misterios en los que habíamos estado involucrados.
– Rani encontró su vida aburrida comparada con todo lo que habíamos hecho, y estaba encantada de conocer a Terrance y escuchar más sobre sus aventuras.