Contratos
Los sistemas de pago son un ejemplo de contratos basados en la tecnología blockchain, pero ya se están desarrollando otras muchas aplicaciones con esta tecnología. Estos contratos usan la naturaleza compartida de la blockchain para construir un clima de confianza sin la necesidad de una institución, y no pueden ser desmantelados ni afectados por entidades externas. Ethereum es la blockchain donde se están desarrollando la mayoría de estas aplicaciones y es la segunda más valorada del mundo después de Bitcoin. Ethereum permite a los desarrolladores construir sobre su cadena de bloques y crear programas como la harían con cualquier otro lenguaje de programación. Esto significa que Ethereum aloja juegos online, plataformas de redes sociales y proveedores de servicios al igual que Internet. La única diferencia es que estos programas están descentralizados. Una vez creados, durarán tanto tiempo como dure el propio Ethereum. Al estar sostenida por usuarios de todo el mundo, ningún gobierno puede desmantelar el servicio, y ningún usuario puede eliminarlo o alterar los contenidos. Lo más genial de los contratos inteligentes es que no tienen limitaciones. Todo lo que puedas codificar en una computadora, puede ser codificado sobre una blockchain. En un futuro, esto probablemente incluirá la inteligencia artificial y otras formas de machine learning (o aprendizaje automático), lo cual pondrá la IA a disposición de cualquiera que sea parte de una red peer-to-peer.
Gobernación
La tecnología blockchain no se limita a las finanzas. En los últimos años han surgido tecnologías que permiten a los desarrolladores crear programas usando la blockchain. Esto significa que se inserta un código en la cadena de bloques y es puesta a funcionar a través de la red peer to peer. Un gran ejemplo de cómo podría funcionar esto son las votaciones. En estos momentos, nosotros confiamos en comisiones electorales e instituciones centrales para administrar las elecciones y contar los votos. Estos sistemas no son perfectos. Requieren ir a votar en persona un día específico, verificar tu identidad y tu derecho al voto, y llenar una papeleta secretamente dentro de una cabina. Cada uno de estos pasos representa problemas para los votantes. Si eres incapaz de llegar al lugar de la votación en ese día, no puedes votar. Si no llevas tu identificación o no te han expedido un ID estatal, no puedes votar. Si llenas la papeleta de forma incorrecta, tu voto no contará, y en algunos casos, los problemas técnicos o una equivocación al contar significan que los votos se excluyen. Al final de las elecciones, tienes que confiar en que los trabajadores que se ocupan de ello en todo el país no hagan trampas y cuenten los votos justamente. En países donde gobierna un dictador o las instituciones no son lo suficientemente fuertes, las elecciones pueden ser amañadas sin los votantes puedan hacer nada. Los desarrolladores de la tecnología blockchain aspiran a resolver estos problemas con contratos de voto inteligente a través de un libro distribuido. La idea es simple: crear una red peer to peer donde los individuos puedan efectuar sus votos in la necesidad de presentarse en persona o confiar en las comisiones electorales. No obstante, implementar algo así es difícil. ¿Cómo verificas la identidad? ¿Cómo evitas que la gente vote más de una vez? Si el libro es público, ¿cómo mantienes los votos anónimos? Se necesitará una muy buena codificación antes de que tengamos votaciones a través de la blockchain, pero las repercusiones serán enormes. En cuanto votar sea algo tan fácil como entrar a tu teléfono o a tu computadora y enviar tu voto, la democracia directa y los referéndums públicos frecuentes serán más viables. Las masas podrán tomar decisiones sobre las políticas. De hecho, podrías votar en referéndums en tu ciudad varias veces al día.